Un nuevo increíble descubrimiento arqueológico revela que el vino data de más de 8000 años, mil años más de lo que se pensaba.
La comunidad científica situaba a la bebida en 7000 años anteriores a la actualidad, sin embargo este nuevo descubrimiento hecho en Georgia de vasijas neolíticas lograron demostrar que los seres humanos producen y consumen vino desde hace más de 8000 años.
Hasta el momento, el antecedente más antiguo de producción de vino que se tenía databa de un período que va entre 5400 y el 5000 A.C. y se ubicaba su procedencia en las montañas de Zagros, en Irán. Sin embargo, nuevos hallazgos recientes llevan a los expertos a concluir que el vino se producía ya siglos antes en el Caúcaso, lugar que en ese entonces tenía un clima similar al de las regiones vitivinícolas de Italia o del sur de Francia.
Las excavaciones se realizaron en dos yacimientos ricos en cerámicas de principios del Neolítico que tienen entre 8100 y 6600 años de antigüedad, según indicaron científicos estadounidenses en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Gadachrili Gora y Shulaveris Gora se encuentran a unos 50 kilómetros de Tbilisi, capital de Georgia.
Los arqueólogos recolectaron fragmentos de frascos de cerámica, que fueron analizados por científicos de la Universidad de Pennsylvania. Los resultados de estos estudios revelaron que en los recipientes encontrados había ácido tartárico, así como otras sustancias orgánicas que funcionan como "huellas dactilares" del vino y de la uva.
"Creemos que es el ejemplo más antiguo de domesticación de la uva euroasiática expresamente para la fabricación de vino", dijo Stephen Batiuk, coautor del estudio e investigador senior del departamento de Civilizaciones de Oriente Próximo y Oriente Medio y del Centro de Arqueología de la Universidad de Toronto.
"La versión domesticada de uvas para la producción de vino de mesa actualmente tiene más de 10000 variedades en todo el mundo, de esas, 500 son de Georgia", afirmó Batiuk. Según los científicos, esto sugiere que las uvas han sido objeto de cruces para crear diferentes cepas desde hace mucho tiempo en esa región de Eurasia.
La combinación complementaria de datos arqueológicos, químicos, botánicos, climáticos y de datación muestra que la variedad de vid Vitis vinífera era abundante en los dos sitios de la excavación realizada en Georgia.
"Esto sugiere que Georgia probablemente era el corazón de la cuna de la domesticación de las vides y la viticultura", afirmó Patrice This, director de investigación del Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INRA) de Francia.
El período neolítico de la humanidad se caracteriza por el inicio de actividades como la ganadería, la domesticación de animales y el desarrollo de herramientas de piedra pulida. Sobre el material de los recipientes, Stephen Batiuk señaló que "La cerámica, que es ideal para procesar, servir y almacenar productos fermentados, se inventó en este periodo junto con muchos avances en arte, tecnología y cocina".
Los investigadores responsables de este descubrimiento explicaron que en estas sociedades antiguas, beber y ofrecer vino formaba parte de casi todos los aspectos de la vida. "El vino como una medicina, un lubricante social, una sustancia que altera el espíritu e incluso como una mercancía de gran valor, se convirtió en un componente esencial de los cultos religiosos, de la farmacopea, de la cocina, de la economía y de la vida social en todo el Medio Oriente", afirmó Batiuk.
Fuente: TN
Un nuevo descubrimiento indica que el vino data de más de 8000 años
La comunidad científica situaba a la bebida en 7000 años anteriores a la actualidad, sin embargo este nuevo descubrimiento hecho en Georgia de vasijas neolíticas lograron demostrar que los seres humanos producen y consumen vino desde hace más de 8000 años.
Hasta el momento, el antecedente más antiguo de producción de vino que se tenía databa de un período que va entre 5400 y el 5000 A.C. y se ubicaba su procedencia en las montañas de Zagros, en Irán. Sin embargo, nuevos hallazgos recientes llevan a los expertos a concluir que el vino se producía ya siglos antes en el Caúcaso, lugar que en ese entonces tenía un clima similar al de las regiones vitivinícolas de Italia o del sur de Francia.
Las excavaciones se realizaron en dos yacimientos ricos en cerámicas de principios del Neolítico que tienen entre 8100 y 6600 años de antigüedad, según indicaron científicos estadounidenses en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Gadachrili Gora y Shulaveris Gora se encuentran a unos 50 kilómetros de Tbilisi, capital de Georgia.
Los arqueólogos recolectaron fragmentos de frascos de cerámica, que fueron analizados por científicos de la Universidad de Pennsylvania. Los resultados de estos estudios revelaron que en los recipientes encontrados había ácido tartárico, así como otras sustancias orgánicas que funcionan como "huellas dactilares" del vino y de la uva.
"Creemos que es el ejemplo más antiguo de domesticación de la uva euroasiática expresamente para la fabricación de vino", dijo Stephen Batiuk, coautor del estudio e investigador senior del departamento de Civilizaciones de Oriente Próximo y Oriente Medio y del Centro de Arqueología de la Universidad de Toronto.
"La versión domesticada de uvas para la producción de vino de mesa actualmente tiene más de 10000 variedades en todo el mundo, de esas, 500 son de Georgia", afirmó Batiuk. Según los científicos, esto sugiere que las uvas han sido objeto de cruces para crear diferentes cepas desde hace mucho tiempo en esa región de Eurasia.
La combinación complementaria de datos arqueológicos, químicos, botánicos, climáticos y de datación muestra que la variedad de vid Vitis vinífera era abundante en los dos sitios de la excavación realizada en Georgia.
"Esto sugiere que Georgia probablemente era el corazón de la cuna de la domesticación de las vides y la viticultura", afirmó Patrice This, director de investigación del Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INRA) de Francia.
El período neolítico de la humanidad se caracteriza por el inicio de actividades como la ganadería, la domesticación de animales y el desarrollo de herramientas de piedra pulida. Sobre el material de los recipientes, Stephen Batiuk señaló que "La cerámica, que es ideal para procesar, servir y almacenar productos fermentados, se inventó en este periodo junto con muchos avances en arte, tecnología y cocina".
Los investigadores responsables de este descubrimiento explicaron que en estas sociedades antiguas, beber y ofrecer vino formaba parte de casi todos los aspectos de la vida. "El vino como una medicina, un lubricante social, una sustancia que altera el espíritu e incluso como una mercancía de gran valor, se convirtió en un componente esencial de los cultos religiosos, de la farmacopea, de la cocina, de la economía y de la vida social en todo el Medio Oriente", afirmó Batiuk.
Fuente: TN