La resaca es de las cosas más molestas y a la vez inevitables luego de una noche de ingesta de alcohol. La mayoría de las personas que han consumido alcohol la han padecido alguna vez y el veredicto es unánime: sus efectos son incómodos y tardan en irse. Sin embargo, un investigador británico podría haber encontrado un sustituto que evitaría padecer este problema al otro día, además de poseer otra serie de beneficios para el cuerpo.
Según publicó The Washington Post, la bebida en cuestión recibió el nombre de Alcarelle y, según su creador David Nutt, profesor de Neuropsicofarmacología en el Imperial College de Londres, podría reducir los problemas de alcoholismo y eliminar el daño que las toxinas de la bebida producen en el organismo. Además, no tiene calorías.
Alcarelle está compuesta de una serie de elementos químicos denominados por el propio Nutt como "alcosintéticos", que imitan los efectos del alcohol pero sin las consecuencias más graves. De todos modos, la bebida no ha sido regulada por ningún sistema de salud un por análisis científicos más allá de los realizados por el británico.
Básicamente, los componentes actúan sobre el área del cerebro que hace que las personas se sientan bajo los efectos del alcohol, pero no sobre aquellas que, por ejemplo, afectan las funciones del cuerpo al punto de sufrir desvanecimientos e incluso lagunas mentales. También afecta los niveles de serotonina y dopamina, que son aquellos neurotransmisores que producen sensaciones de felicidad y energía.
Nutt no ha perdido el tiempo y ya creó una compañía del mismo nombre de su creación y se encuentra en la búsqueda de inversores que puedan hacer llegar Alcarelle a bares y pubs de Inglaterra. "Pasé la etapa de ser sólo yo, un científico loco, al contar con socios para el negocio negocios", explicó Nutt en entrevista con The Washington Post. "Mi principal ambición es que mis nietos no estén nunca expuestos a los peligros del alcohol", aclaró.
¿El fin de la resaca?
Según publicó The Washington Post, la bebida en cuestión recibió el nombre de Alcarelle y, según su creador David Nutt, profesor de Neuropsicofarmacología en el Imperial College de Londres, podría reducir los problemas de alcoholismo y eliminar el daño que las toxinas de la bebida producen en el organismo. Además, no tiene calorías.
Alcarelle está compuesta de una serie de elementos químicos denominados por el propio Nutt como "alcosintéticos", que imitan los efectos del alcohol pero sin las consecuencias más graves. De todos modos, la bebida no ha sido regulada por ningún sistema de salud un por análisis científicos más allá de los realizados por el británico.
Básicamente, los componentes actúan sobre el área del cerebro que hace que las personas se sientan bajo los efectos del alcohol, pero no sobre aquellas que, por ejemplo, afectan las funciones del cuerpo al punto de sufrir desvanecimientos e incluso lagunas mentales. También afecta los niveles de serotonina y dopamina, que son aquellos neurotransmisores que producen sensaciones de felicidad y energía.
Nutt no ha perdido el tiempo y ya creó una compañía del mismo nombre de su creación y se encuentra en la búsqueda de inversores que puedan hacer llegar Alcarelle a bares y pubs de Inglaterra. "Pasé la etapa de ser sólo yo, un científico loco, al contar con socios para el negocio negocios", explicó Nutt en entrevista con The Washington Post. "Mi principal ambición es que mis nietos no estén nunca expuestos a los peligros del alcohol", aclaró.