
Tipo de Trago :
Directo, Vaso Collins
Ingredientes Tom Collins :
15 ml Jarabe de Goma
60 ml Soda (Completar el vaso)
1 Dash de Bitter Angostura
Recetas de cocktails, preparación de licores caseros, fotos e imagenes de tragos, decoración de cócteles, historia de las bebidas, juegos de mesa con alcohol etc. Aprende como preparar tragos aperitivos y digestivos en este blog de coctelería!
En el mundo de la coctelería, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como el de Jerry Thomas, conocido como "el Profesor". Nacido en 1830 en Sackets Harbor, Nueva York, Thomas no solo fue un pionero en el arte de mezclar bebidas, sino que también se convirtió en el primer "flair bartender" de la historia, combinando habilidad, espectáculo y creatividad detrás de la barra.
En este artículo, exploraremos la vida, legado y contribuciones de Jerry Thomas a la mixología moderna, así como su influencia en la cultura de los cócteles que perdura hasta hoy.
Jerry Thomas fue un bartender innovador, showman y autor del primer libro de cócteles jamás publicado: "The Bon Vivant’s Companion or How to Mix Drinks" (1862). Este manual revolucionario contenía 236 recetas, desde clásicos de la época hasta creaciones originales suyas.
Su estilo era único: malabares con botellas, cocteleras y vasos, convirtiendo la preparación de bebidas en un verdadero espectáculo. Además, su elegancia y personalidad extravagante lo convirtieron en una celebridad de su tiempo.
Antes de convertirse en el bartender más famoso de Estados Unidos, Jerry Thomas tuvo una vida llena de aventuras:
Marinero: Trabajó en barcos desde joven.
Promotor teatral: Organizaba espectáculos y shows.
Buscador de oro: Durante la Fiebre del Oro en California (1849).
En 1851, regresó a Nueva York, donde abrió su primer Saloon, el primero de cuatro que llegaría a dirigir.
Su obra, "The Bon Vivant’s Companion", fue un hito en la historia de la mixología. Recopiló recetas tradicionales y también incluyó sus propias creaciones, como:
Blue Blazer: Un cóctel espectacular que involucraba prender fuego al whisky y verterlo entre dos vasos.
Tom & Jerry: Una bebida caliente a base de brandy, ron, huevo y especias.
El libro se actualizó varias veces, reflejando la evolución de la coctelería en el siglo XIX.
Thomas no solo mezclaba ingredientes, sino que creaba experiencias. Sus trucos con botellas y su carisma lo convirtieron en una atracción.
Usaba utensilios de bar de plata y joyas, y vestía de manera extravagante, lo que reforzaba su imagen de showman.
Estilo de vida lujoso: Ganaba $100 a la semana (más que el vicepresidente de EE.UU. en esa época).
Aficiones peculiares:
A pesar de su éxito, Thomas tomó malas decisiones financieras:
Especuló en la bolsa y casi quiebra.
Vendió su Saloon y su colección de arte.
Intentó reabrir un bar, pero ya no recuperó su antigua fama.
Murió a los 55 años, el 15 de diciembre de 1885, por una apoplejía.
Aunque su vida terminó en dificultades, su legado perdura:
Fundó las bases de la mixología moderna.
Inspiró generaciones de bartenders.
Sus recetas siguen siendo estudiadas y reinventadas.
Jerry Thomas no fue solo un bartender; fue un visionario que transformó la coctelería en un arte. Su libro, sus técnicas y su estilo teatral sentaron las bases de lo que hoy conocemos como mixología de autor.
Si eres un apasionado de los cócteles, estudiar su trabajo es esencial. Muchas de las bebidas que disfrutamos hoy tienen su origen en las creaciones de "el Profesor".
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¿Sabías que un plato puede ser tan tierno que se corta con un plato en vez de un cuchillo? Quédate, porque en unos minutos vas a descubrir no solo cómo hacer El Cochinillo Segoviano perfecto, sino también los consejos esenciales para que no falles, y el maridaje ideal para sorprender a todos en la mesa.
El cochinillo segoviano es uno de los platos más famosos de la gastronomía española. Proviene de Segovia, una ciudad preciosa que sabe mucho de tradiciones. El secreto de este plato está en la calidad del cochinillo (un cerdito lechal que todavía mama), su piel crujiente y su carne jugosa que se deshace en la boca.
Antes de empezar, asegúrate de tener todo a mano:
Consejo: Compra el cochinillo en una carnicería de confianza o directamente a un productor que garantice calidad. Esto marca la diferencia.
Pon el horno a 170 °C. Es importante que esté bien caliente antes de meter el cochinillo.
Lava el cochinillo con agua fría y sécalo bien con papel de cocina. Después, colócalo con la piel hacia abajo en una fuente de barro o bandeja de horno, preferiblemente sobre una rejilla para que no toque el fondo.
Tip extra: Si no tienes rejilla, haz una "cama" con palitos de laurel o cucharas de madera.
Echa sal gruesa por todo el cochinillo. Nada más. No necesita especias raras ni adobos complicados. Su sabor natural es el protagonista.
Añade un poco de agua en la bandeja (sin que toque la carne) para que el ambiente del horno esté húmedo. Hornea el cochinillo durante unas 2 horas. A mitad de cocción, échale un poquito más de agua si ves que se ha evaporado.
Pasadas las 2 horas, da la vuelta al cochinillo, dejando la piel hacia arriba. Sube la temperatura a 200 °C y hornea unos 30-40 minutos más, hasta que la piel esté dorada y crujiente.
La tradición dice que, si está bien hecho, podrás partir el cochinillo usando solo un plato en lugar de un cuchillo. ¡Un espectáculo!
Ahora que tienes tu cochinillo dorado y crujiente, llega el momento de acompañarlo como se merece. El mejor maridaje para el cochinillo segoviano es un vino tinto joven o crianza.
Opciones recomendadas:
Consejo extra: No elijas vinos demasiado pesados. El cochinillo es delicado, no necesita sabores que lo opaquen.
Ahora ya sabes cómo preparar el cochinillo segoviano en casa con éxito garantizado. ¿Te imaginas la cara de tus invitados cuando vean que puedes partirlo con un plato? Atrévete a probar esta receta sencilla pero impresionante, sigue los consejos al pie de la letra y elige el mejor maridaje.
¡Cuéntanos luego cómo te salió!
¿Buscas una bebida refrescante, llena de sabor y beneficios para la salud? La cerveza de jengibre es una opción perfecta: no contiene alcohol, es fácil de preparar en casa y tiene propiedades digestivas y antiinflamatorias. En este artículo, te enseñamos cómo hacer cerveza de jengibre casera sin alcohol para que sea saludable, o con alcohol para los fanáticos de las cervezas artesanales. Todo está hecho con ingredientes naturales y en pocos pasos.
La cerveza de jengibre (o ginger beer) es una bebida fermentada o no fermentada, conocida por su sabor picante y refrescante. A diferencia de la ginger ale, que es más suave, esta versión tiene un toque intenso a jengibre y puede prepararse con o sin burbujas.
Es ideal para:
Para preparar 1 litro de esta bebida, necesitarás:
Menos azúcar: Usa stevia o jarabe de agave.
Más picante: Añade pimienta cayena o canela.
Fermentada: Si quieres una versión con alcohol (ligero), deja fermentar con levadura 24-48 horas.
En una cacerola, mezcla el jengibre molido con 450 ml de agua mineral.
Lleva a ebullición, luego baja el fuego y cocina a fuego lento durante 10 minutos. Esto extrae todo el sabor y propiedades del jengibre.
Retira del fuego y cuela la mezcla con un colador fino o una gasa para eliminar los trozos de jengibre.
Añade el azúcar o miel y revuelve hasta disolver completamente.
Deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente (no la refrigeres caliente).
Una vez fría, agrega el agua con gas y el jugo de limón para dar frescura y burbujas.
Vierte la cerveza de jengibre en una botella hermética y refrigera por al menos 4 horas (para que esté bien fría).
Sirve con hielo y decora con rodajas de limón.
Esta bebida no solo es deliciosa, sino que también aporta múltiples beneficios:
Alivia náuseas: Ideal para embarazadas o personas con mareos.
Mejora la digestión: Estimula la producción de enzimas digestivas.
Refuerza el sistema inmunológico: El jengibre tiene propiedades antibacterianas.
Antiinflamatorio natural: Ayuda a reducir dolores musculares y articulares.
¿Cómo Hacer Cerveza de Jengibre casera con alcohol?
Si quieres una versión fermentada y con burbujas naturales, sigue estos pasos adicionales después del Paso 2 (endulzar la mezcla colada):
Enfría la mezcla hasta que esté tibia (no caliente, para no matar la levadura).
Añade ½ cucharadita de levadura de cerveza o de panadería (o un starter de jengibre si prefieres fermentación natural).
Remueve bien y vierte la mezcla en una botella de vidrio con tapa hermética (como las de refresco o cerveza).
Deja reposar a temperatura ambiente (20-25°C) entre 24 y 48 horas:
24 horas: Fermentación suave, sabor dulce con burbujas ligeras.
48 horas: Más efervescente y con un toque ácido (similar a una kombucha).
Abre la botella con cuidado (puede haber presión) y prueba el nivel de carbonatación.
Si deseas más complejidad, añade:
Jugo de limón fresco (20 ml).
1 cucharadita de jengibre rallado.
Cierra herméticamente y deja fermentar 12-24 horas más antes de refrigerar.
Lleva a la nevera para ralentizar la fermentación (evitará que explote por el gas).
Consume en 5-7 días (el sabor evolucionará con el tiempo).
Nota: Si prefieres cero alcohol, fermenta solo 12-24 horas (el contenido será mínimo, <0.5%). Para una versión más alcohólica (2-3%), usa levadura de champagne y fermenta 3-5 días.
Sí, con un starter de jengibre (mezcla de jengibre, azúcar y agua reposada 3 días).
Aparecerán burbujas en la superficie.
La botella se pondrá dura por la presión.
Puede volverse demasiado ácida o generar demasiado gas (riesgo de explosión). Abre la botella 1-2 veces al día para liberar presión si fermentas más de 48 horas.
Preparar cerveza de jengibre casera es muy sencillo y una excelente alternativa a los refrescos industriales. Con sus propiedades curativas y su sabor refrescante, es perfecta para tomar en cualquier momento.
La cerveza de jengibre fermentada es una bebida viva, llena de beneficios y con un toque artesanal. Ideal para quienes disfrutan de sabores complejos y bebidas probióticas, con un ligero toque de alcohol.
¡Prueba ambas versiones (con y sin fermentar), cuéntanos cuál prefieres y no olvides conocer estos 8 consejos geniales para hacer que tu cerveza sepa mejor!
¿Te animas a probarla? Cuéntanos en los comentarios cómo te quedó y si le añadiste algún ingrediente extra. ¡Salud!
¿Alguna vez has probado un queso tan delicioso que te transporta al campo, a los pastos verdes y al trabajo cuidadoso de un maestro quesero? Los quesos artesanos son joyas gastronómicas, llenas de sabores intensos y texturas únicas que los industriales jamás podrán igualar. Si eres un verdadero amante del queso, aquí descubrirás cuáles debes probar, cómo reconocerlos y por qué valen la pena. No olvides visitar http://quesosfuentelazaro.com para encontrar los mejores quesos artesanos.
Los quesos artesanos se elaboran de manera tradicional, con leche de alta calidad y procesos manuales que respetan los tiempos naturales. A diferencia de los industriales, estos quesos conservan todo su carácter y personalidad.
Uno de los quesos más famosos de España, elaborado con leche de oveja manchega. Su sabor es intenso, ligeramente picante si está curado, y con un aroma a hierbas y frutos secos. Perfecto para tablas o para disfrutar solo.
Tip: Pruébalo con un poco de miel o membrillo para un contraste dulce-salado increíble.
Los quesos de oveja tienen un sabor más fuerte y cremoso que los de vaca. Si te gustan los sabores profundos, este es tu queso. Ideal para rallar sobre pastas o simplemente acompañado de un buen pan rústico.
Consejo: Consérvalo en papel especial para quesos, nunca en plástico, para que respire.
Suave, cremoso y ligeramente ácido, este queso es perfecto para ensaladas o para untar. Al ser fresco, su sabor es más suave, pero igual de auténtico.
No todos los quesos que dicen ser artesanos lo son. Sigue estos consejos:
Los quesos artesanos son una experiencia gastronómica que todo amante del queso debe probar. Su sabor, textura y proceso de elaboración los hacen únicos. ¿Te animas a descubrirl