No hay duda de que el salmorejo es uno de los reyes de las sopas frías. Y no es para menos, ya que además de estar delicioso resulta realmente refrescante. Por si fuera poco, es sencillísimo de hacer (si tienes una Thermomix te recomendamos que eches un vistazo a esta receta en madridiario.es).
Una vez preparado, uno de los grandes interrogantes es el de si podemos conservar nuestro salmorejo durante varios días congelándolo. Pues bien, en los próximos párrafos vamos a responder ampliamente a esa pregunta.
Lo cierto es que en caso de que la respuesta sea afirmativa, es una opción muy a tener en cuenta, pues de ese modo podemos tener esta y otras sopas frías como el gazpacho o el ajoblanco a mano en cualquier momento.
Meter el salmorejo en la nevera: ¿cuánto tiempo se conserva así?
Sí, también es cierto que puede meterse en la nevera. La verdad es que elaboraciones como esta, que no precisan de cocción y además son vegetales y se hacen a base de triturar los ingredientes, tienen la ventaja de poder conservarse en frío.
En teoría podrías tener estas sopas frías durante una semana en la nevera, pero te aconsejamos que mejor no estén más de tres o cuatro días.
Y es que, a pesar de esa ventaja de la que hablábamos, no podemos olvidar el hecho de que cuando los ingredientes se trituran quedan expuestos al contacto con el oxígeno.
Esto acelera tanto su oxidación como su degradación, algo que contribuye a que se vean afectados por los microorganismos externos. Eso sin contar con el calor que tanto afecta a los alimentos y que es tan frecuente en la época en la que el salmorejo es más consumido.
Cómo hacerlo y refrigerarlo para que dure más
Por eso, para que se conserve mejor lo ideal es que lo hagas con ingredientes fríos. Por supuesto, también tienen que estar en buen estado (aunque es algo que alguna gente cree, en ningún caso pueden aprovecharse cosas como tomates que estén poniéndose malos).
Siguiendo con los ingredientes, ayudarás a que el salmorejo se conserve bien durante más tiempo si echas algo más de ajo y vinagre y un poquito de limón.
Una vez hecho, es preciso que lo refrigeres enseguida. En el caso de que no lo vayas a tomar pronto, lo mejor es que guardes el salmorejo en raciones reducidas dentro de recipientes herméticos (así no habrá sitio para el aire).
También es fundamental que reserves la zona más fría de tu frigorífico para el salmorejo y que compruebes que enfría correctamente y que la temperatura va a mantenerse estable.
Mantenlo en todo momento lejos de fuentes de calor y evita que la cadena del frío se rompa.
¿Congelar el salmorejo?
Llegamos a la pregunta principal: ¿puede congelarse el salmorejo sin problemas? Pues bien, la respuesta es que sí, pero teniendo en cuenta ciertas cosas que vamos a explicarte a continuación.
Hay que contar con que este tipo de preparaciones son emulsiones en las que la textura juega un papel muy importante. En el caso del salmorejo se trata además de algo más meloso y espeso que otras elaboraciones similares como el gazpacho.
Esto hace que sea todavía más importante emulsionar y ligar a conciencia todos los ingredientes para obtener un resultado lo más fino, integrado y homogéneo posible.
Aunque al congelar y descongelar este tipo de comida es muy frecuente que los ingredientes acaben separándose, afortunadamente puede salvarse la situación si se tritura todo a conciencia antes de ser servido.
Eso sí, debes saber que la textura no puede ser exactamente igual a la del salmorejo recién hecho, pero (siguiendo estos consejos) puede acercarse mucho:
Consejos a la hora de congelar y descongelar el salmorejo
Cuando prepares el salmorejo al principio tritura o procesa al máximo todos los ingredientes.
No agregues agua, pues con esto harás que se cristalice la congelación. Si hace falta, puedes echarla después.
A la hora de elaborarlo, emulsiónalo echando el aceite de oliva muy poco a poco al final. Así la mezcla quedará adecuadamente homogénea y ligada.
Antes de meter el salmorejo en el congelador comprueba que el electrodoméstico funciona a la perfección. Si tiene una gran potencia y cuatro estrellas, mejor que mejor.
Nada más hacer el salmorejo, congélalo metiéndolo en recipientes horizontales. Deja siempre un poquito de espacio para que se expanda adecuadamente. Es necesario que dichos recipientes estén adaptados para alimentos líquidos.
A la hora de descongelar, hazlo en la zona menos fría de la nevera.
Tras el descongelado, vuelve a triturar todo lentamente.
Después de este triturado, puedes echar un poquito más de ingredientes como tomate o aceite de oliva.
Como habrás visto, puedes congelar perfectamente el salmorejo. Aunque no será al 100 % como cuando está recién hecho, el resultado será casi igual siguiendo estos consejos que te hemos explicado.
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