Frescos, con un punto de acidez perfecto y sus características burbujas. Los cavas españoles representan una magnífica elección si estás buscando un vino de calidad para celebrar una ocasión especial o acompañar tus comidas o cenas familiares. El cava pertenece a la categoría de vinos espumosos, al igual que el champagne francés. Sus características organolépticas lo convierten en un acompañamiento perfecto para todo tipo de platos, desde carnes o pescados a postres.
Te invitamos a descubrir esta fascinante denominación de origen, a través de las mejores propuestas de maridaje. Una experiencia gastronómica de lujo, al alcance de todos los bolsillos.
Un poco de historia
Los vinos espumosos eran bien conocidos en Cataluña desde el siglo XVIII, ya que los fabricantes catalanes eran los principales suministradores de corcho para los productores de champagne franceses. Durante la primera mitad del siglo XIX, varias familias de la comarca de San Sadurní de Noya comienzan a aplicar los métodos de elaboración tradicionales utilizados en el país galo, combinando variedades centroeuropeas, como Chardonnay o Pinot Noir, con otras autóctonas de la zona, como Macabeo, Xarell·lo, Parellada, Monastrell o Garnacha.
El proceso de elaboración del cava se va perfeccionando y en la década de los 70 inicia su expansión por los mercados internacionales. En 1986 se crea la Denominación de Origen Cava, englobando a vinos espumosos elaborados según el método tradicional dentro de esta región. Hoy, el cava se exporta a más de 120 países de todo el mundo, convertido en uno de los grandes emblemas internacionales de la ‘Marca España’.
Tipos de cava
¿Qué tipos de cava podemos encontrar actualmente en el mercado? Atendiendo al tiempo de crianza, podemos clasificar el cava en varias categorías: Crianza, para aquellos cavas que permanecen al menos 9 meses en barrica; Reserva, con una crianza mínima de 15 meses; Gran Reserva, a partir de los 30 meses; y Cava Paraje Calificado, para los cavas con una crianza superior a los 36 meses.
Además, en función de su contenido en azúcar, encontramos cavas, en los supermercados online como el de Condisline, Brut Nature, Brut, Extra Seco, Seco, Semiseco o Dulce. Un cava Brut Nature contiene un máximo de 3 gramos de azúcar por litro, mientras que un cava dulce puede superar los 50 gramos. Un cava como Castellblanc Cava Brut, por ejemplo, puede contener hasta 12 gramos de azúcar por litro. Esta bodega, fundada por la familia Parera en 1908, fue una de las pioneras en elaboración de vinos espumosos en Cataluña en el siglo XIX. Hoy, Castellblanc Cava Brut nos ofrece un equilibrio perfecto entre tradición e innovación, con un sabor que merece la pena descubrir.
Carnes, pescados y mariscos
El cava marida muy bien con carnes blancas y aves, pero también con el cordero. Los pescados y mariscos también son una apuesta segura para acompañar con cava. Los pescados azules son especialmente adecuados para degustar estos vinos espumosos, ya que el ácido carbónico que contienen compensa la sensación grasa en boca.
En el catálogo actual de cavas encontrarás muchas propuestas para acompañar este tipo de platos, como el cava Rondel, dentro de la región vitivinícola del Penedés. Esta bodega, fundada en 1949 por el Grupo Codorniú, combina el método tradicional con tecnologías de última generación, con una producción que ronda los 18 millones de botellas anuales.
Arroces y pastas
Si estás buscando un vino de calidad para acompañar una paella, el cava te sorprenderá por su capacidad de realzar sus sabores. La pasta, por su sabor neutro, también va muy bien con este tipo de vinos espumosos, así como las ensaladas con frutas y vinagre. A la hora de la compra, en el lineal de tu supermercado podrás encontrar una gran variedad de cavas de calidad con los que acompañar platos de pasta o arroces. El cava Canals & Nubiola, por ejemplo, comenzó a elaborarse en el Alto Penedés a finales del siglo XIX y hoy se ha convertido en uno de los vinos tradicionales de Cataluña.
Cavas y jamón ibérico, el bocado más exquisito
Cuando se trata de acompañar un buen jamón ibérico, muchos consumidores escogerían por un vino tinto Reserva o Gran Reserva. Sin embargo, los expertos en el mundo del vino desaconsejan esta opción por considerarlos vinos demasiado potentes. Como alternativa, proponen decantarse por vinos blancos o espumosos, con el punto de acidez perfecto para eliminar la sensación grasa del paladar, realzando el sabor del jamón.
Si estás buscando un buen cava para maridar con jamón ibérico, las bodegas Vallformosa, situadas en la zona del Penedés, cuenta con cavas Brut de primera calidad, perfectos para ocasiones como esta. El cava Vallformosa incluye propuestas como Gala Brut Nature Reserva y Origen Brut Nature, elaborados con variedades Xarel·lo y Chardonnay; Brut Pinot Noir, dentro de la categoría de cavas rosados; o Valldormosa Brut Gran Reserva, con una crianza media de 40 meses sobre sus lías. También merece una mención especial el cava Vallformosa Brut Pinot Noir, dentro de la categoría de cavas rosados, ideal para el jamón o los quesos, en especial el quesos de oveja.
La hora del postre
El cava, como el que puedes encontrar en Condisline, es un acompañamiento ideal para los postres, tanto dulces como salados. Este vino realza de forma increíble los matices de estos platos, en especial si están elaborados con frutos secos. En este caso, mejor escoger un cava Brut Nature o Gran Reserva, como el cava Parxet Brut Nature. Este cava de la bodega Parxet, la más importante dentro de la Denominación de Origen Alella, está elaborado con variedades Macabeo, Parellada y Pansa Blanca, tradicionales de esta región vitivinícola. Este punto desengrasante que nos ofrece el Parxet Brut Nature también los convierte en una magnífica elección para acompañar con quesos.
Como ves, las posibilidades de maridaje del cava son amplísimas. A la hora de descorchar la botella, recuerda que estos vinos deben servirse fríos para disfrutarlos en toda su plenitud. La temperatura óptima de consumo para los vinos espumosos oscila entre los 6 y los 8ºC. Así, podrás apreciar adecuadamente los matices de sabor y las notas aromáticas que esconden estos vinos españoles, capaces de contentar incluso a los paladares más sibaritas. ¿Te apetece un brindis?
Te invitamos a descubrir esta fascinante denominación de origen, a través de las mejores propuestas de maridaje. Una experiencia gastronómica de lujo, al alcance de todos los bolsillos.
Los vinos espumosos eran bien conocidos en Cataluña desde el siglo XVIII, ya que los fabricantes catalanes eran los principales suministradores de corcho para los productores de champagne franceses. Durante la primera mitad del siglo XIX, varias familias de la comarca de San Sadurní de Noya comienzan a aplicar los métodos de elaboración tradicionales utilizados en el país galo, combinando variedades centroeuropeas, como Chardonnay o Pinot Noir, con otras autóctonas de la zona, como Macabeo, Xarell·lo, Parellada, Monastrell o Garnacha.
El proceso de elaboración del cava se va perfeccionando y en la década de los 70 inicia su expansión por los mercados internacionales. En 1986 se crea la Denominación de Origen Cava, englobando a vinos espumosos elaborados según el método tradicional dentro de esta región. Hoy, el cava se exporta a más de 120 países de todo el mundo, convertido en uno de los grandes emblemas internacionales de la ‘Marca España’.
Tipos de cava
¿Qué tipos de cava podemos encontrar actualmente en el mercado? Atendiendo al tiempo de crianza, podemos clasificar el cava en varias categorías: Crianza, para aquellos cavas que permanecen al menos 9 meses en barrica; Reserva, con una crianza mínima de 15 meses; Gran Reserva, a partir de los 30 meses; y Cava Paraje Calificado, para los cavas con una crianza superior a los 36 meses.
Además, en función de su contenido en azúcar, encontramos cavas, en los supermercados online como el de Condisline, Brut Nature, Brut, Extra Seco, Seco, Semiseco o Dulce. Un cava Brut Nature contiene un máximo de 3 gramos de azúcar por litro, mientras que un cava dulce puede superar los 50 gramos. Un cava como Castellblanc Cava Brut, por ejemplo, puede contener hasta 12 gramos de azúcar por litro. Esta bodega, fundada por la familia Parera en 1908, fue una de las pioneras en elaboración de vinos espumosos en Cataluña en el siglo XIX. Hoy, Castellblanc Cava Brut nos ofrece un equilibrio perfecto entre tradición e innovación, con un sabor que merece la pena descubrir.
Carnes, pescados y mariscos
El cava marida muy bien con carnes blancas y aves, pero también con el cordero. Los pescados y mariscos también son una apuesta segura para acompañar con cava. Los pescados azules son especialmente adecuados para degustar estos vinos espumosos, ya que el ácido carbónico que contienen compensa la sensación grasa en boca.
En el catálogo actual de cavas encontrarás muchas propuestas para acompañar este tipo de platos, como el cava Rondel, dentro de la región vitivinícola del Penedés. Esta bodega, fundada en 1949 por el Grupo Codorniú, combina el método tradicional con tecnologías de última generación, con una producción que ronda los 18 millones de botellas anuales.
Arroces y pastas
Si estás buscando un vino de calidad para acompañar una paella, el cava te sorprenderá por su capacidad de realzar sus sabores. La pasta, por su sabor neutro, también va muy bien con este tipo de vinos espumosos, así como las ensaladas con frutas y vinagre. A la hora de la compra, en el lineal de tu supermercado podrás encontrar una gran variedad de cavas de calidad con los que acompañar platos de pasta o arroces. El cava Canals & Nubiola, por ejemplo, comenzó a elaborarse en el Alto Penedés a finales del siglo XIX y hoy se ha convertido en uno de los vinos tradicionales de Cataluña.
Cavas y jamón ibérico, el bocado más exquisito
Cuando se trata de acompañar un buen jamón ibérico, muchos consumidores escogerían por un vino tinto Reserva o Gran Reserva. Sin embargo, los expertos en el mundo del vino desaconsejan esta opción por considerarlos vinos demasiado potentes. Como alternativa, proponen decantarse por vinos blancos o espumosos, con el punto de acidez perfecto para eliminar la sensación grasa del paladar, realzando el sabor del jamón.
Si estás buscando un buen cava para maridar con jamón ibérico, las bodegas Vallformosa, situadas en la zona del Penedés, cuenta con cavas Brut de primera calidad, perfectos para ocasiones como esta. El cava Vallformosa incluye propuestas como Gala Brut Nature Reserva y Origen Brut Nature, elaborados con variedades Xarel·lo y Chardonnay; Brut Pinot Noir, dentro de la categoría de cavas rosados; o Valldormosa Brut Gran Reserva, con una crianza media de 40 meses sobre sus lías. También merece una mención especial el cava Vallformosa Brut Pinot Noir, dentro de la categoría de cavas rosados, ideal para el jamón o los quesos, en especial el quesos de oveja.
La hora del postre
El cava, como el que puedes encontrar en Condisline, es un acompañamiento ideal para los postres, tanto dulces como salados. Este vino realza de forma increíble los matices de estos platos, en especial si están elaborados con frutos secos. En este caso, mejor escoger un cava Brut Nature o Gran Reserva, como el cava Parxet Brut Nature. Este cava de la bodega Parxet, la más importante dentro de la Denominación de Origen Alella, está elaborado con variedades Macabeo, Parellada y Pansa Blanca, tradicionales de esta región vitivinícola. Este punto desengrasante que nos ofrece el Parxet Brut Nature también los convierte en una magnífica elección para acompañar con quesos.
Como ves, las posibilidades de maridaje del cava son amplísimas. A la hora de descorchar la botella, recuerda que estos vinos deben servirse fríos para disfrutarlos en toda su plenitud. La temperatura óptima de consumo para los vinos espumosos oscila entre los 6 y los 8ºC. Así, podrás apreciar adecuadamente los matices de sabor y las notas aromáticas que esconden estos vinos españoles, capaces de contentar incluso a los paladares más sibaritas. ¿Te apetece un brindis?