Ya se aproxima el 2018 y para este año nuevo, los amantes de la cerveza seguramente deseen beber más de esta bebida para el año entrante... Si eres de los que se la pasaría bebiendo todos los días cerveza, este artículo te resultará muy interesante, quieres saber que sucede si bebes un litro de cerveza por día? El editor del portal Bright Side bebió un litro de cerveza por día durante un mes y contó su experiencia.
Que sucede si bebes un litro de cerveza por día?
En tiempos en los que los beneficios de la cerveza son difundidos en redes sociales y sitios web (en Tragos y Copas también hemos publicado artículos que hablan muy bien de las propiedades de la cerveza), el editor de Bright Side decidió investigar de forma empírica qué sucedería con su cuerpo si la bebía a diario. Para este experimento, consumió cerca de un litro entre 5 a 6 veces por semana durante un mes y contó sus experiencias.
La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más consumidas en todo el planeta y también la favorita de millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, como cualquier bebida que contiene alcohol, si se bebe en exceso puede afectar el organismo de forma negativa y dejar, en algunos casos, daños permanentes. Por eso, cada vez que damos a conocer algún estudio resaltando las cualidades de la cerveza, siempre advertimos que se debe beber con moderación.
Antes de comenzar con esta prueba, el joven mantenía una vida saludable. Solía ejercitarse por las mañanas y solamente bebía alcohol ocasionalmente. En tan solo cuatro semanas bebiendo a diario, su estado físico cambió radicalmente.
Semana 1: comenzaron los dolores de cabeza
Al aumentar la frecuencia de su ingesta de alcohol, el editor comenzó a experimentar dolores de cabeza frecuentes. “Al comparar las fotos noté que mi rostro estaba un poco hinchado y que tenía ojeras bajo mis ojos”, concluyó el joven.
Semana 2: sus hábitos del sueño se alteraron
Antes del este experimento no le costaba dormirse, pero al comenzar a beber notó que tardaba al menos 40 minutos en conciliar el sueño. Por otro lado, requería de mucha fuerza de voluntad y dolor levantarse por las mañanas. “Lo peor era que ahora me costaba cerca de una hora de esfuerzos (y una taza de café muy fuerte) lograr realmente despertar y comenzar mi día de trabajo”, indicó el editor de Bright Side.
Semana 3: su humor empeoró y su capacidad de concentración disminuyó
Antes de encarar este proyecto, podía trabajar de tres a cuatro horas seguidas sin interrupciones. Al introducir la cerveza de forma diaria a su dieta, notó que no lograba concentrarse por más de dos horas sin dispersarse. “Sentía la necesidad de relajarme al final de cada hora. No paraba de mirar mi reloj, esperando que el día de trabajo terminara”, expuso.
Semana 4: su estado físico empeoró y engordó
Si bien al principio de la experiencia corría casi 6 kilómetros en 36 minutos, para fin de mes esa cifra se redujo a 5 kilómetros en 33 minutos y su ritmo cardíaco también había empeorado notoriamente. Al no entrenarse de la forma en la que estaba acostumbrado, ganó peso. Aunque seguía siendo delgado, había perdido fibra muscular. “Lo que más me sorprendió fue el aumento de peso realmente rápido. A pesar de que nunca dejé de hacer ejercicio, una barriga cervecera se hizo evidente antes de fin de mes”, concluyó.
Previo a comenzar con esta iniciativa, el joven visitó el médico para asegurarse que su estado de salud era idóneo para afrontar este experimento. Al regresar al cabo de un mes notó los estragos que había tenido el experimento en él. Su falta de aliento y la cara hinchada se debían al desbordamiento de vasos sanguíneos, la aparición del vientre de cerveza fue el resultado de trastornos del sistema endocrino y el insomnio fue un síntoma de problemas renales.
“Antes de esta experiencia, creía erróneamente que una jarra de cerveza en una noche tranquila nunca hacía daño a nadie. Por supuesto, las reacciones al alcohol varían de persona a persona, pero, hablando por mí, definitivamente no volveré a repetir estos experimentos nunca más. Ahora me estoy preparando para largos entrenamientos en el gimnasio y cambiando a una dieta saludable. En cuanto a bares y las estanterías de cerveza en los supermercados, ¡he decidido evitarlos durante al menos un par de meses!”, finalizó.
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